Por: José Ramón Amieva Gálvez
En la pasada legislatura del estado de Hidalgo, se aprobó la adición de un segundo párrafo al artículo 62 de la Constitución local, en donde se dispuso que para el proceso electoral del período 2021-2022, los partidos políticos deberán alternar el género en la candidatura para Gobernador o Gobernadora, atendiendo a sus reglas democráticas internas. Es decir, será una convocatoria abierta a ambos géneros y en el siguiente período electivo deberán alternar dicho género en sus candidaturas.
Las y los diputados, motivaron la aprobación de dicha iniciativa argumentado dar cumplimiento al artículo 4to transitorio de la reforma públicada el 6 julio del 2019 a la Constitución federal, en donde se establece el principio de paridad en la alternancia de género para la elección del ejecutivo en cada entidad. Sin embargo, atendiendo a la libertad de que cada partido establezca convocatorias abiertas a los géneros, puede originar que la contienda sea entre hombres y mujeres, no asegurando que sea un determinado género quién prevalezca y esa situación se repita el próximo período electoral y así sucesivamente, lo que no asegura el cumplimiento a la paridad dispuesta en la Constitución federal.
Es así, que al no ser claro y contundente el citado artículo 62, al no establecer si para las elecciones 2021-2022 será género hombre o género mujer, surge como una posibilidad de subsanar y dar luz a los partidos políticos, que en conjunto y consenso lancen al unísono que será candidata o candidato quién abandere su opción política. Por ello, esa medida legislativa, es imperfecta en su alcance de asegurar una alternancia de género y por ende, que existan condiciones de igualdad (que no den equidad ni paridad) en las próximas elecciones (una para un género y la siguiente para el otro) reiterando la alta responsabilidad de los partidos políticos de generar condiciones de acceso efectivo y empoderamiento de la mujer en la toma de decisiones políticas en nuestro país.
A mi entender, la igualdad se alcanzaría asegurando que el próximo Gobernante, sea hombre o mujer, quién le releve en cargo sea del género contrario, no olvidemos que en virtud del pasado proceso electoral, ahora los destinos y la transformación de la vida de los habitantes de 8 entidades incluida la capital, estarán en manos de mujeres y en las próximas elecciones se disputaran 6 estados más ¿y por qué no? pensar en una Presidenta de la República que continúe con la labor de cambio de nuestra gran y amada Nación.