Por: Dr. José Ramón Amieva Gálvez
El crecimiento poblacional de la Ciudad de México y su zona conurbada generan en consecuencia, mayor demanda de agua potable y por obviedad, producen un volumen creciente de aguas residuales canalizadas al río Tula, a través del emisor central y del túnel emisor oriente, ocupando en ocasiones la capacidad máxima de este citado río, (230 mts cúbicos por segundo).
Si a esta realidad le agregamos que en este año las precipitaciones pluviales han rebasado la capacidad promedio histórica de las presas, como la denominada Xando cuyo sistema de desahogo es, el de por sí, ya saturado río, ocasionándose desbordamientos que afectaron los municipios de Tula, Tepeji de Río, Tlahuelilpan, Mixquiahuala e Ixmiquilpan.
Ante la seguridad del incremento de la densidad poblacional y aguas residuales vertidas y la muy alta probabilidad de próximas temporadas de lluvia que en poco tiempo diluvian cantidades fuertes a intensas, esta lamentable situación se podrá repetir, para atender este problema es necesario valorar políticas públicas de ejecución inmediata, como un Sistema de Vasos Hidro-reguladores, un esquema de presas auxiliares o de canales complementarios de desfogue para solventar esta lamentable realidad.
