Francisco I. Madero.- La voracidad con la que la recién llegada administración municipal que preside Ricardo Olguín Pardo, pretende apoderarse de los espacios y plazas dentro de la presidencia municipal para lograr colocar a personas con quienes mantienen compromisos políticos, sin importar pisotear a su paso los derechos humanos y laborales de las personas, podría representarle un altísimo costo financiero a las arcas municipales con la serie de demandas que pudieran generarse por los despidos injustificados que se registran.
Y es que según explicaron, la entrante administración municipal ha optado por el camino de la presión y el condicionamiento, pues aseguran que así como se presiona y condiciona a los ciudadanos a pagar su predial a fin de obtener obras para su comunidad sin importarles las fuerte crisis económica que azota al país, también se presiona a los empleados que quieren despedir a quienes se les ha condicionado el pago de su quincena a la firma de la renuncia a su trabajo, lo cual representa una grave violación a sus derechos humanos y laborales.
El encanto de los tres meses de administración llevada a cabo por el Concejo Municipal en los que las obras y acciones en favor del municipio eran noticia diariamente parece desvanecerse con la llegada de una administración municipal enfocada, hasta el momento, en dos cosas, recaudar recursos y liberar espacios para la colocación de compromisos políticos y cuotas de poder.
