Hartos de la inseguridad, falsa alarma de secuestro provoca reacción violenta de la ciudadanía
Destrozos, vehículos quemados y al menos dos heridos de bala deja la gresca
Tlahuelilpan.- El hartazgo de la población ante la grave inseguridad producto de la corrupción de las autoridades locales quedó de manifiesto el pasado martes cuando entrada la tarde, entre vecinos se dio el aviso de que dos sujetos habían subido por la fuerza a un automóvil a un menor de edad por lo que de inmediato vecinos y elementos policiacos de movilizaron logrando detener el vehículo en que viajaban y asegurar a los dos presuntos responsables.
Enseguida todo fue confusión, el ingreso de los dos detenidos acusados del supuesto secuestro a la comandancia de la Policía Municipal coincidió con el momento en que otros dos detenidos, por faltas menores, intentaron escapar corriendo, por lo que pobladores que ya se daban cita en el lugar corrieron a detenerlos pensando que se trataba de los presuntos secuestradores, desde el lugar una mujer transmitía en vivo cómo algunos vecinos golpeaban a uno de los detenidos que intento escapar, asegurando que se trataba de un secuestrador, en la transmisión en vivo, la mujer invitaba a la población a acudir a la comandancia para hacer justicia.
De inmediato decenas de personas se agruparon fuera de la comandancia pues cansados de la inseguridad en el municipio, pretendían hacer justicia por mano propia a los secuestradores, la policía municipal se replegaba y la multitud comenzaba a intentar derribar las puertas para sacar a los “secuestradores”, en el exterior otro grupo destrozaba y prendía fuego al automóvil en que viajaban.
Ante el inminente peligro de que pobladores lincharan a los presuntos secuestradores, momentos antes de que pudieran derribar la reja de la celda, granaderos de la Policía del Estado y Guardia Nacional ingresaron disipando a la multitud con el uso de gases lacrimógenos llevándose consigo a los detenidos, en la huida la multitud lanzaba piedras a los uniformados mientras estos respondían con granadas de gas, en el descontrol la multitud logró arrebatar a uno de los detenidos a la policía propinándole una severa golpiza que hoy lo mantiene grave internado en un hospital.
En medio del caos, testigos señalan que el propio Director de Seguridad Pública Municipal, Ricardo Cortes, desenfundó un arma de fuego que disparó contra la población lesionando a un menor de edad en el tobillo y a un joven quien se desangraba rápidamente a causa de la bala que le perforò la Femoral.
En represalia la enardecida turba arremetió contra el edificio de presidencia municipal, destrozando los cristales, quemando y destrozando vehículos oficiales patrullas y moto patrullas que encontraron a su paso.
Hoy se sabe que todo comenzó producto de un mal entendido, pues los dos sujetos acusados de secuestro acudieron a reclamar a un joven menor de edad por la venta de un teléfono celular defectuoso, según su versión, el menor se subió al vehículo para que lo llevaran con sus padres y estos respondieras por el fraudulento negocio, en ese momento, al ser señalados como secuestradores comenzó el caos.