Resolución del juzgador indigna a la sociedad
Mixquiahuala.- El pasado día lunes 9 de Diciembre en la sala de oralidad de los juzgados del distrito de Mixquiahuala, se llevó la audiencia en la que finalmente se dictó sentencia a un sujeto identificado como R.P.S. por el delito de feminicidio en agravio de su pareja de nombre Francisca “N”, ambos vecinos de la comunidad de Árbol Grande, municipio de Mixquiahuala. Luego de varias horas que duró la audiencia, el juzgador que conoció del caso determinó dictar la pena mínima contemplada en el Código Penal del Estado de Hidalgo de 25 años de prisión al presunto feminicida.
Como se recordará, la mujer identificada como Francisca “N” pareja de R.P.S., con quien procreó a tres hijas despareció misteriosamente el día 7 de Junio del año 2017, desde ese momento, amigos y familiares emprendieron una intensa búsqueda, hasta que finalmente, el cuerpo sin vida de la mujery con visibles huellas de violencia, fue localizado junto a unos matorrales, en un terreno despoblado en la comunidad de Santa María Bathá, municipio de Tezontepec de Aldama, el día 10 de Junio.
Luego de que familiares de la ahora occisa, dieran a conocer que la mujer sufría constante violencia física y amenazas de parte de su pareja, autoridades realizaron el aseguramiento del sujeto identificado como R.P.S. como presunto autor del feminicidio de su pareja, siendo en la audiencia inicial celebrada el día 18 de Junio de ese mismo año, cuando fue vinculado a proceso y recluido en el CERESO de Mixquiahuala, por su probable responsabilidad en los hechos, concedido el juez un plazo para concluir con la investigación. En dicha audiencia, R.P.S., apoyado por su defensa legal trató en todo momento de desvirtuar los hechos que se le imputaban.
Aun y cuando el Código Penal para el Estado de Hidalgo, contempla en su artículo 139 Bis una penalidad de 25 a 50 años de prisión a quien cometa el delito de feminicidio, el juzgador que conoció del caso determinó sentenciar con la penalidad mínima de 25 años de prisión a R.P.S., por el feminicidio de su pareja y madre de sus tres menores hijas, lo que de inmediato despertó la inconformidad de la sociedad y familiares de la víctima al considerar sumamente benévola la actuación del juzgador, pues según dijeron, la saña inaudita con la que el sujeto cometió el crimen merecía un castigo mayor.